Suele aparecer después de episodios traumáticos ya sean fracturas, esguinces, operaciones, heridas, accidentes con armas de fuego, etc...
Es de difícil diagnóstico médico. En ocasiones se confunde esta patología con problemas normales, por ejemplo, después de retirar un yeso ya sea por fractura de muñeca o tobillo pensando que esa rigidez, tumefacción y dolor son propios del estado de inmovilización. Una de las formas de darnos cuenta es ver como el paciente en vez de mejorar va empeorando conforme pasan las sesiones y vemos como esa mano o pie aumenta de volumen propio de la inflamación y el dolor además de su rigidez.
Por tal motivo es importante la consulta del paciente al médico cuanto antes para descartar o no esta patología que presenta 3 estadios principales y el tratamiento precoz tiene una alta resolución favorable del 70%.
No se conoce aún la causa pero se cree que se produce de manera involuntaria y actuando el sistema nervioso simpático.
La kinesiología es de gran ayuda para disminuir la inflamación y el dolor, el DLM (Drenaje Linfático Manual) es de vital importancia y el paciente que recibe sesiones de esta terapia manual puede disminuir el dolor en un 60%, seguido de elongaciones suaves y movilizaciones de las articulaciones afectadas.
En esta patología está contraindicado el calor ya sea superficial como el infrarrojo o profundo como el onda corta, debido a que el paciente generalmente presentará además de tumefacción, temperatura y ardor en la zona.
El tiempo de rehabilitación varía de persona en persona debido al estadio, inflamación, dolor y rigidez que presente pero como promedio puede demorar de 3 a 9 meses dependiendo si fue tomada a tiempo, incluso el dolor puede disminuir y volver con el tiempo.
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